Es como esa otra piel
a la que nunca he tocado...
tan necesitada y mía...
tan deseada...
la que nunca tendré...
al borde mismo del delirio
de un deseo apasionado
que se quema en sí mismo,
de un deseo apasionado
que se quema en sí mismo,
para fundirse con el olvido
la que enloquece mis sentidos
renaciendo en los brazos
más profundos del amanecer
cuando despierto deseando...
la que enloquece mis sentidos
renaciendo en los brazos
más profundos del amanecer
cuando despierto deseando...
amando aquello que jamás tendré...
entregándome a la nada y a tí
que me consumen...
que me consumen...
Ariadna de Alejandria
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