lunes, 29 de noviembre de 2010

¡Qué Dios elige a Genocidas!

Gira la tristeza en el aire

y como un atardecer teñido de rojo

nebulinoso y sangrante

caen en forma de lluvia mis lágrimas

que al tocar el piso se encharca ...

en sangre...

producto de las masacres...

del odio y el desamor...

¡Cómo no estar triste!

Si por un pedazo de estúpida tierra

la gente es capaz de matar...

Después hablan de ser un pueblo elegido,

¡"Elegido"! ¡qué Dios elige a genocidas!

Ariadna de Alejandría