sábado, 19 de diciembre de 2015

Sólo cubre mi espalda...






Cuando tus manos se diluyen
en mi cuerpo como la niebla
cubre la tierra...

Se desdibuja el ayer en mis recuerdos
que dormidos descansan en tu pecho
buscando tu calor y los latidos fuertes
de tu corazón...

Mi alma se parte en mil fragmentos
como cristales filosos incrustándose
en las penas que el olvido atrae...

Llévame de tu mano que estoy perdida
en ese inmenso vacío que mi mente
se niega a llenar... necesito tu luz
como antorcha en la oscuridad
que guíe mis pasos en el camino
sinuoso de mis dudas...

No temo ni a la muerte ni a la oscuridad
sólo cubre mi espalda, Amor, que tengo frío...
en el calor de tus brazos hallaré la paz
al tormento de mi dolor...

Ariadna De Alejandría